Al primer volumen de Maus lo alabó la crítica por lo insólito de su propuesta y por tratarse de una obra de arte brutalmente conmovedora.
It is an unforgettable story of survival and a disarming look at the legacy of trauma..
Maus is a haunting tale within a tale, weaving the author\'s account of his tortured relationship with his aging father into an astonishing retelling of one of history\'s most unspeakable tragedies.
ENGLISH DESCRIPTION The bestselling second installment of the graphic novel acclaimed as the most affecting and successful narrative ever done about the Holocaust ( Wall Street Journal ) and the first masterpiece in comic book history ( The New Yorker ) PULITZER PRIZE WINNER One of Variety\'s Banned and Challenged Books Everyone Should Read A brutally moving work of art--widely hailed as the greatest graphic novel ever written-- Maus recounts the chilling experiences of the author\'s father during the Holocaust, with Jews drawn as wide-eyed mice and Nazis as menacing cats. y también el de los hijos que, de algún modo, tienen que sobrevivir a los supervivientes.
A todos los niveles, este es el Relato definitivo de un superviviente...
Porque Maus une dos historias poderosas: la narración espeluznante de Vladek, un Relato de supervivencia contra todo pronóstico, que retrata la gran paradoja del vivir día a día en un campo de exterminio, y los pormenores de la tortuosa relación que el autor mantiene con su padre en la vejez.
Genuinamente trágico y cómico a partes iguales, alcanza una gran complejidad en el tratamiento de los temas y una precisión de pensamiento inéditos en el cómic y poco habituales en cualquier otro medio artístico.
Este segundo volumen, que lleva por subtítulo Y aquí Comenzaron mis Problemas , nos traslada de los barracones de Auschwitz a los bungalows de los Catskills.
La forma elegida para relatarlo, un cómic (donde los nazis son gatos y los judíos, ratones), lograba desposeernos de cualquier atisbo de cercanía que pudiéramos tener con los hechos referidos, y lo conseguía precisamente porque se acercaba a lo inefable empleando formas diminutivas.
En ella, los lectores conocimos a Vladek Spiegelman, un judío superviviente del Holocausto, y a su hijo, un historietista que intentaba reconciliarse con su padre, con la terrible historia de este y con la mismísima Historia.
Al primer volumen de Maus lo alabó la crítica por lo insólito de su propuesta y por tratarse de una obra de arte brutalmente conmovedora
