C mo puedo orar mejor? C mo s que Dios escucha mis oraciones? C mo puedo \'orar siempre\', como Jes s ordena? Por qu debo pedir las cosas que Dios ya sabe que necesito? Tales fueron las Preguntas que dejaron perplejo a un joven norteafricano, Agust n Aurelio (354-430), cuyo intenso anhelo por Dios lo llev a un profundo y permanente encuentro con Cristo en la oraci n.
All San Agust n encontr respuestas a estas Preguntas y a innumerables m s, respuestas no basadas en su propia inteligencia, sino.
C mo puedo orar mejor? C mo s que Dios escucha mis oraciones? C mo puedo \'orar siempre\', como Jes s ordena? Por qu debo pedir las cosas que Dios ya sabe que necesito? Tales fueron las Preguntas que dejaron perplejo a un joven norteafricano, Agust n Aurelio (354-430), cuyo intenso anhelo por Dios lo llev a un profundo y permanente encuentro con Cristo en la oraci n