Algo especial hizo Job para Conquistar el coraz n de Dios a tal punto que el Se or le dijo al enemigo: Te has puesto a pensar en mi siervo Job? No hay en la tierra nadie como l; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal? (Job 1:8).
Dios tiene emociones.
Explica cu l es el camino hacia Dios, qu sucede cuando Dios responde, el.
Ese es el tema que quiere comunicar para bendecir a otros: C mo Conquistar el coraz n de Dios? Su respuesta se va desarrollando desde el principio b blico seg n el cual fuimos creados para Dios, indicando que es Dios quien toma la iniciativa en esa conquista, lo que es el lugar de su presencia, qu hacer cuando Dios no est , cu les son las razones de que su presencia nos sea quitada, la gloria que solo le pertenece a l, el pecado del hombre y la ausencia de Dios, la falta de respeto ante su presencia y la restauraci n de esa presencia del Tres Veces Santo.
Son momentos en los cuales siente placer; se siente amado, deseado...
Pero hay momentos en los cuales Dios quiere realmente estar en medio de nosotros.
Est presente porque l mismo dijo: Donde dos o tres se re nen en mi nombre, all estoy yo en medio de ellos (Mateo 18:20).
Las Escrituras nos insisten en que cuando los creyentes se re nen a adorar, Dios est en medio de ellos; sin embargo, en su opini n esto no siempre sucede porque l quiere, sino porque le toca estar .
El Salmo 132:13-14 dice: El Se or ha escogido a Sion; su deseo es hacer de este monte su morada: ste ser para siempre mi lugar de reposo; aqu pondr mi trono, porque as lo deseo .
El autor tiene el prop sito de compartir todo lo que ha ido aprendiendo en su peregrinaci n, tratando de Conquistar el coraz n de Dios y haciendo de su vida y de su iglesia un lugar en donde Dios sienta deseos de estar y permanecer.
David fue otro hombre que conquist el coraz n de Dios y gracias a l, Dios hizo del monte de Sion el lugar de su morada.
Pero no solo lo quiere para l, sino tambi n para su casa, su iglesia y su naci n.
Jerem as dijo: Me sedujiste, Se or, y yo me dej seducir Fuiste m s fuerte que yo, y me venciste (Jerem as 20:7).
Desde el momento en que el autor supo que pod a Conquistar el coraz n de Dios y gozar de su favor, eso se convirti en el prop sito de su vida.
Pero lo mejor de todo es que fue l quien tom la iniciativa de buscarnos y Conquistar nuestro coraz n.
Siente dolor, pero tambi n siente placer, y a nosotros se nos ha dado el privilegio de poder tocar su coraz n.
Algo especial hizo Job para Conquistar el coraz n de Dios a tal punto que el Se or le dijo al enemigo: Te has puesto a pensar en mi siervo Job? No hay en la tierra nadie como l; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal? (Job 1:8).
Dios tiene emociones
