El descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo trajo a esta tierras oleadas de aventureros y valerosos hombres europeos.
Unos arribaron con el deseo de enriquecerse r pidamentey otros con el af n de adquirir glorias personales y regresar a sus pa ses de or genes.
About the Author: Amadeo Pinero Napoles (Sancti Spiritus, Cuba,1943)es graduado en economia y se dedica hace muchos anos al estudio de la religi.
Como homenaje a estos ancestros y desde dentro, desde la ptica que perdi su naci n de origen debido a la cruel trata esclavista, y del que luch por mantener viva su cultura y sus creencias, es que escribo esta obra Maferef n, Olofin.
Se han escrito buenos libros sobre este tema, en mi caso, soy practicante y estudioso de la religi n legada por nuestros padres y abuelos, y por simple irradiaci n espiritual sabemos que-de una forma u otra- en siglos pasados hemos vivido en estas tierras y hemos vivido en Africa y hemos seguido-de alguna u otra manera- durante todo este tiempo el perigrinaje de las razas humanas que conformaron el pueblo cubano.
En la segunda parte se aborda el descenso de If a la tierra y la creaci n del culto que lleva su nombre;su expansi n por diversos puntos de la geograf a y el reencuentro con la Fe Cristiana en el transcurso de los siglos.
Tambi n se establece una cronolog a de la creaci n y se explican diversos aspectos que no estan debidamente aclarados en el complejo religioso.
La Filosofia de If , es comparable a cualquier otra de las religiones que existen.
Nuestra colecci n afroCubana consta de cuatro libros, en If y la creaci n, abordamos el culto de If , as como su relaci n con los Orichas y el cristianismo, comenzamos con el universo y nuestro sistema solar, las Deidades que participaronen el desarrollo de la naturaleza y la especie humana desde sus inicios, su evolucion y objetivos en la vida.
Tambien existen otras reglas o cultos afrocubanos, pero, el culto de If es el m s amplio y cuenta con mayor numero de seguidores en Cuba.
If , la deidad del or culo supremo, es adorado por los Babalawos o sacerdotes de su culto, quienes son curanderos, adivinos o consejeros y su mayor exponente es Orula, el representante de If en la Tierra.
En el caso de Cuba, la uni n del cristiasnismo con las creencias africanas de tipo animista, fetichista, el culto a los antepasados, y los dioses reyes, origin la Regla de Ocha o Santeria, y mantuvo vivo el culto de If , que en anterioridad fuera asimilado por los pueblos africanos, al mezclarse en esas tierras con las creencias locales.
Este hecho se tom como algo natural, incluso en algunos pa ses hasta se justific , pues alud an a una supuesta maldici n divina sobre la raza negra.
Asi llegaron a nuestras regiones millones de nativos del Africa.
Ellos trajeron sus lenguas, sus costumbres y creencias ancestrales, y aqu las fundieron con las de los amos, y asi surgi una nueva cultura, un sincretismo, y una mezcla racial.
Una vez que en las Am ricas aument la necesidad de mano de obra barata, pues los indios de las islas antillanas fueron extinguidos casi en su totalidad, la metr poli comprendi las ventajas de la importaci nde esclavos africanos, hombres vigorosos y resistentes a diferentes climas y por lo tanto podr an ser utilizados en las plantaciones y minas.
Por eso no era raro que en dicho pa s existieran negros esclavos y que algunos vinieran con los conquistadores al Nuevo Mundo, al inicio del descubrimiento.
Ya antes del descubrimiento, los portugueses exploraban en sus barcos las costas occidentales de Africa e iniciaron su influencia en las islas de Cabo Verde, tamb en se vincularon con los nativos de tierra firme, por otra parte tambien, exsist a un incipiente tr fico de esclavos, que atravesaba el Sahara desde el Sud n.
Algunos negros eran llevados a la pen nsula ib rica, cuando sta era musulmana, caracter stica costumbre que se mantuvo desp esde la reconquista de Espana.
Con ellos vinieron-junto a sus vicios y enfermedades- los logros de su cultura;este contacto introdujo en Europa nuestras cualidades y defectos, despues de una larga y convulsa interacci n.
El descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo trajo a esta tierras oleadas de aventureros y valerosos hombres europeos.
Unos arribaron con el deseo de enriquecerse r pidamentey otros con el af n de adquirir glorias personales y regresar a sus pa ses de or genes
