Una edición española Si ese hombre puede volar, yo también puedo! En una animada calle en la encantadora ciudad de París, una Joven llamada Aída miró hacia el cielo y se quedó maravillada ante la vista de un dirigible.
Aída era apenas una adolescente, y ninguna mujer o Joven había vo.
Ella quería ser el piloto.
Cuánto le gustaría surcar el cielo de esa manera! El inventor del aparato, Alberto, la invitó a dar un paseo en su dirigible, pero Aída no quería viajar como pasajera.
Una edición española Si ese hombre puede volar, yo también puedo! En una animada calle en la encantadora ciudad de París, una Joven llamada Aída miró hacia el cielo y se quedó maravillada ante la vista de un dirigible