Marchante de arte y dueña de su propio estudio de diseño, Perfect Touch, Sara Medina se había esforzado demasiado para escapar del mundo rural como para regresar a él, siquiera para una breve visita, ni siquiera por alguien tan tentador como su nuevo cliente, Jay Vermilion.
Durante el tiempo que Jay había estado luchando en dos guerras, su padre había hecho todo lo pos.
Hacía poco que Jay había heredado el rancho Vermilion, una granja junto a las impresionantes montañas Teton en Wyoming.
Marchante de arte y dueña de su propio estudio de diseño, Perfect Touch, Sara Medina se había esforzado demasiado para escapar del mundo rural como para regresar a él, siquiera para una breve visita, ni siquiera por alguien tan tentador como su nuevo cliente, Jay Vermilion