Existe una gran necesidad de obreros que ministren libertad a los cautivos espirituales porque es un precioso regalo que nuestro salvador Jes s pag a muy alto precio.
Durante mis a os como ministro de liberaci n he conocido personas de todas partes. * A todos a.
Mi respuesta es siempre: -No soy yo que lo hace, es Jes s el que liberta: yo soy solo la vasija que El utiliza.
Algunas me han dicho: -"cuanto quisiera que usted viniera a mi ciudad porque no conozco a nadie que haga lo que usted hace".
Existe una gran necesidad de obreros que ministren libertad a los cautivos espirituales porque es un precioso regalo que nuestro salvador Jes s pag a muy alto precio.
Durante mis a os como ministro de liberaci n he conocido personas de todas partes