Felicity Knight, paseadora de perros profesional, adoraba Nueva York...
Por eso, cuando su abuela le dijo que necesitaba ayuda en los Hamptons ese verano, le pareció el modo ideal de escapa.
Hacía diez años que no veía a Seth Carlyle, pero bastó un vistazo a aquel atractivo hombre que seguía siendo demasiado bueno para ella para que el corazón de Fliss sufriera como si su matrimonio se hubiera roto el día anterior. hasta que su exmarido empezó a trabajar en la clínica veterinaria de su barrio.
Felicity Knight, paseadora de perros profesional, adoraba Nueva York..