Es hora de cambiar la forma en que piensas que Dios piensa acerca de ti.
Each day explores another facet of our identity, truth, and God\'s intimate connection with His children..
In this 90-day devotional, New York Times bestselling author Lisa Bevere wants to shift your perspective from the concept of being someone who is merely tolerated to someone who is Fiercely loved.
You are Fiercely loved, well thought of, and deeply wanted.
Everything changes when you know this and it\'s important for you to never doubt it again.
There is not a moment whether you are awake or asleep that God is not thinking wild thoughts of fierce love towards you.
They cannot be numbered! I can\'t even count them; they outnumber the grains of sand! And when I wake up, you are still with me! (17-18 NLT).
What David wrote in Psalm 139 is still true today: How precious are your thoughts about me, O God.
We are the ones who fixate on our failures, not our Father.
Never! He is our qualifying, adopting, and redeeming failsafe.
He\'s not watching for you to fail.
When God thinks about you, He isn\'t looking for a reason to disqualify, disown, or judge you. ----- It\'s time to change the way you think God thinks about you.
Cada día explora otra faceta de nuestra identidad, verdad y la conexión íntima de Dios con sus hijos.
En este devocional de 90 días, la autora de éxitos de ventas del New York Times, Lisa Bevere, quiere cambiar tu perspectiva del concepto de ser alguien a quien simplemente se tolera, a alguien a quien se ama ferozmente.
Eres Ferozmente amada, bien pensada y profundamente querida.
Todo cambia cuando sabes esto y es importante que nunca más lo dudes.
No se pueden enumerar! Ni siquiera puedo contarlos; suman más que los granos de la arena! Y cuando despierto, todavía estás conmigo! No hay un momento, ya sea que estés despierto o dormido, en el que Dios no tenga Pensamientos salvajes de amor feroz hacia ti.
Lo que David escribió en el Salmo 139: 17-18 (NTV) sigue siendo cierto hoy: Qué preciosos son tus Pensamientos acerca de mí, ] oh Dios.
Somos nosotros los que nos fijamos en nuestros fracasos, no nuestro Padre.
Nunca! Él es quien nos redime cuando fallamos, el que nos califica y adopta. Él no está esperando que fracases.
Cuando Dios piensa en ti, no está buscando una razón Para descalificarte, repudiarte o juzgarte.
Es hora de cambiar la forma en que piensas que Dios piensa acerca de ti
