Sobre Zalaca n el Aventurero, publicada en 1909, dijo el propio P o Baroja que fue escrita a modo de entretenimiento, sin ning n tipo de ambici n est tica.
Lo que anima a Mart n a perseguir lances arriesgados es m s bien una adicci n, el deseo de verse en medio de una situaci n que le permita poner en pr ctica ese Firmes que su t o le inculc .
No hay m s (.
Tampoco el amor, aunque en la novela se insertan los contratiempos de unos amores contrariados.
Sin embargo, no es el dinero lo que mueve a Zalaca n.
Pasando suministros de contrabando a trav s de la frontera francesa para pertrechar al bando carlista, Mart n lograr hacerse con una fortuna, aunque arriesgando siempre la vida y vi ndose de continuo en situaciones comprometidas.
Sin embargo, el joven Zalaca n no tomar parte en la guerra sino en su propio beneficio.
Pespuntean, pues, la novela datos, fechas y personajes reales que descubren al lector contempor neo las vicisitudes de una guerra civil infame.
Baroja supo aprovechar para documentarse las cr nicas que su padre, Seraf n Baroja, escribi como corresponsal para un diario durante la ltima guerra carlista.
La guerra es siempre un escenario ideal para las aventuras, una conmoci n de la que nacen mil avatares.
Las peripecias de Mart n tienen como tel n de fondo la ltima guerra carlista.
Gracias al modo de vida de Tellagorri, cuyo lema vital es Firmes, Mart n se convierte en un joven fuerte y valiente y r pidamente emprende una vida aventurera.
Una educaci n que alejar al ni o de los bancos de la escuela para adiestrarlo en otras habilidades de car cter m s pr ctico: caza, pesca, contrabandismo.
El autor sigue a Mart n Zalaca n desde su m s tierna infancia, cuando su t o Miguel de Tellagorri se hace cargo de su educaci n.
Sin duda lo logr , aunque Zalaca n el Aventurero no es en absoluto una novela de aventuras al uso, aunque tampoco una novela netamente barojiana.
Con esta obra, el autor vasco solo pretend a hacer una incursi n en el g nero de la novela de aventuras.
Sobre Zalaca n el Aventurero, publicada en 1909, dijo el propio P o Baroja que fue escrita a modo de entretenimiento, sin ning n tipo de ambici n est tica